Qué son Valores
Son los principios que nos permiten orientar nuestro
comportamiento en función de realizarnos como
personas. Son creencias fundamentales que nos
ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en
lugar de otras, o un comportamiento en lugar de
otro.
Son las normas de conducta y actitudes según las cuales nos comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto.
Cuando nacen nuestros hijos no tienen percepcion de lo que buenos o malos, para ellos son absolutamente desconocidas las normas que rigen su familia o su sociedad. Su conciencia ética se va desarrollando con el paso de los años. Pero necesitan nuestra ayuda ya que no llevan ningún chip incorporado que les diga si sus actos son correctos o incorrectos, lo que está bien o lo que está mal. Por eso es tan importante enseñar los valores cívicos que les permitan desarrollarse y convivir en una sociedad plural.
Como padres deseamos que nuestros hijos se comporten de forma educada, pero sin que se conviertan en niños temerosos o conformistas e inseguros, ni transformándonos nosotros en padres exigentes al extremo. Hay algunos valores fundamentales que todas las personas debemos asumir para poder convivir unos con otros y que son importantes tener siempre presentes y cumplir.
Durante los primeros años nuestros hijos aprenden curioseando en el terreno que se desarrollan. A través de pequeños actos, nuestro hijo va percibiendo qué está bien y qué no debe hacer obviamente con la supervision y correccion amorosa de nosotros como padres.
A partir de la edad de 3 años, ya saben ver en otros niños lo que hacen mal y lo que hacen bien. A partir de los 5 y 6 años, los niños tienden a mirar a los adultos y ver en ellos el claro ejemplo de lo correcto: por eso intentan ser como ellos y comportarse como ellos. De esta manera aprenderán mucho sobre valores.
Los buenos valores depende, como casi todo en la vida de nuestro hijo, de sentirse querido y seguro, de desarrollar lazos estables con sus padres y de tener confianza en sí mismo.
Sólo sobre una base de amor y seguridad podrá aprender e interiorizar los valores éticos correctos. Lo más importante: el ejemplo que dan los padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de ceder el asiento, de repartir lo que les gusta, de renunciar a algo, de defender a alguien, etc. Un comportamiento de los padres que transmite tolerancia, respeto, solidaridad, confianza y sinceridad empapa a los hijos de todos estos valores y aprenden a actuar respetándolos siempre.
Los valores pueden variar mucho según las culturas, las familias o los individuos.
Existen diferentes tipos de valores:
Valores familiares:
Hacen referencia a aquello que la familia considera que está bien y lo que está mal.
Todo lo que es con los valores personales de los padres, aquellos con los que educan a sus hijos, y aquellos que los hijos, a medida que crecen, pueden aportar a su familia.
Los valores familiares son los primeros que aprenderá nuestro hijo y, si sabemos transmitirlos con paciencia, amor y delicadeza, pueden ser una buena base en la que apoyar, aceptar o rechazar otras experiencias, actitudes y conductas con los que se irá encontrando a lo largo de su vida.
Valores socioculturales:
Son los valores que imperan en la sociedad en el momento en que vivimos.
Estos valores han ido cambiando a lo largo de la historia y pueden coincidir o no con los valores familiares.
Puede ser que la familia comparta los valores que se consideran correctos a nivel social o que, al contrario, no los comparta y eduque a sus hijos según otros valores. En la actualidad, intentamos educar a nuestros hijos en el respeto, la tolerancia, la renuncia a la violencia, la consideración y la cortesía, pero vivimos en una sociedad en la que nuestros hijos pronto descubren que también imperan otros valores muy diferentes como el liderazgo, el egoísmo, la acumulación de dinero, el ansia de poder, e incluso el racismo y la violencia.
Los valores familiares
Determinarán, en gran medida, el buen criterio que tenga nuestro hijo para considerar estos otros valores como aceptables o despreciables, o para saber adaptarlos a su buen parecer de la mejor manera posible.
Valores personales:
Los valores personales son aquellos que el individuo considera imprescindibles y sobre los cuales construye su vida y sus relaciones con los demás.Acostumbran a ser una combinación de valores familiares y valores socioculturales, además de los que el propio individuo va aportándose a sí mismo según sus vivencias personales, su encuentro con otras personas o con otras culturas en las que, aún imperando una escala de valores diferente a la suya, el individuo encuentra actitudes y conductas que considera valiosas y las incorpora a sus valores más preciados.
Valores espirituales:
Para muchas personas la religión es un valor de vital importancia y trascendencia así como su práctica. De la misma manera, la espiritualidad o la vivencia íntima y privada de algún tipo de creencia es un valor fundamental para la coherencia de la vida de mucha gente. Los valores espirituales pueden ser sociales, familiares o personales y no tienen que ver con el tipo de religión sino con el sentimiento que alimenta esa creencia.
Valores materiales:
Los valores materiales son aquellos que nos permiten nuestra subsistencia y son importantes en la medida en que son necesarios.
En la actualidad, vivimos un alza a nivel social, de los valores materiales: el dinero, los coches, las viviendas y lo que a todo esto se asocia como el prestigio, la buena posición económica, etc.
Valores éticos y morales:
Son aquellos que se consideran indispensables para la correcta convivencia de los individuos en sociedad.
La educación en estos valores depende, en gran parte, de que se contemplen en aquellos valores que la familia considera primordiales, es decir, que entre los valores familiares que se transmitan a los hijos estén estos valores ético-morales imprescindibles.
Respeto:
Es la cualidad de aceptar al prójimo tal como es, con sus virtudes y defectos, reconociendo sus derechos y necesidades. Decir las cosas educadamente, sin herir, violentar o insultar a nadie, son muestras de respeto. La educación en el respeto empieza cuando nos dirigimos a nuestros hijos correctamente, de la misma manera que esperamos que ellos se dirijan a los demás.
Sinceridad:
la sinceridad es el pilar en el que se sustenta la confianza. Para que nuestros hijos no mientan, no debemos abusar de los castigos: los niños mienten por miedo al castigo.
La no violencia:
que nuestros hijos no sean violentos depende mucho de que sus padres no griten, peguen o les falten al respeto.
Disposición de servir o ayudar:
conseguir que los niños ayuden a los adultos y a sus iguales se consigue fácilmente: sólo debemos aceptar desde el principio sus ganas de ayudar, encomendarles pequeñas tareas y adaptarlas siempre a su edad y sus posibilidades.
Cortesía:
tiene que ver con el respeto, la consideración y los modales. No tiene que ver con no poder hacer algunas cosas porque no es de buena educación, sino en hacerlas diciendo “por favor”, “gracias” y “¿puedo?”.
Consideración
Nos enseña a saber renunciar a los propios intereses en beneficio de los de los demás. Si los niños ven que sus necesidades se toman en serio, les será más fácil respetar las de las otras personas.
Tolerancia:
Este es la aceptación y el respeto hacia la gente que es diferente, a lo que nos resulta extraño, desconocido o poco habitual.
Responsabilidad:
tiene que ver con la confianza que tenemos en que nuestros hijos sabrán asumir algunas tareas y las cumplirán. Tiene que ver con la conciencia de que los actos o el incumplimiento de los mismos tiene consecuencias para otras personas o para nuestro propio hijo.
La responsabilidad que tenemos los padres en la transmisión de estos valores a nuestros hijos es crucial.
Los valores no se transmiten vía genética, por eso es tan importante tenerlos en cuenta en la educación.
Pero debemos saber que los valores no se enseñan independientemente del resto de cosas, ni a través de grandes explicaciones o dando una lista con aquello que consideramos correcto y lo que no, esperando que nuestros hijos la memoricen.
Los valores se transmiten a través del ejemplo práctico, a través de la cotidianidad, de nuestro comportamiento en el día a día, en aquello que los hijos observar hacer a sus padres.
Nos proporcionan una pauta para formular metas y
propósitos, personales o colectivos. Reflejan
nuestros intereses, sentimientos y convicciones más
importantes.
Los valores se refieren a necesidades humanas y
representan ideales, sueños y aspiraciones, con una
importancia independiente de las circunstancias. Por
ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue
teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la
felicidad.
Los valores valen por sí mismos. Son importantes
por lo que son, lo que significan, y lo que
representan, y no por lo que se opine de ellos.
Valores, actitudes y conductas están estrechamente
relacionados. Cuando hablamos de actitud nos
referimos a la disposición de actuar en cualquier
momento, de acuerdo con nuestras creencias,
sentimientos y valores.
Los valores se traducen en pensamientos, conceptos
o ideas, pero lo que más apreciamos es el
comportamiento, lo que hacen las personas. Una
persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con
los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus
valores y la manera cómo los vive.
Pero los valores también son la base para vivir en
comunidad y relacionarnos con las demás personas.
Permiten regular nuestra conducta para el bienestar
colectivo y una convivencia armoniosa.
Quizás por esta razón tenemos la tendencia a
relacionarlos según reglas y normas de
comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es
decir, decidimos actuar de una manera y no de otra
con base en lo que es importante para nosotros
como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de
manera especial.
Al llegar a una organización con valores ya definidos,
de manera implícita asumimos aceptarlos y ponerlos
en práctica. Es lo que los demás miembros de la
organización esperan de nosotros.
En una organización los valores son el marco del
comportamiento que deben tener sus integrantes, y
dependen de la naturaleza de la organización (su
razón de ser); del propósito para el cual fue creada
(sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su
visión). Para ello, deberían inspirar las actitudes y
acciones necesarias para lograr sus objetivos.
Es decir, los valores organizacionales se deben
reflejar especialmente en los detalles de lo que hace
diariamente la mayoría de los integrantes de la
organización, más que en sus enunciados generales.
Si esto no ocurre, la organización debe revisar la
manera de trabajar sus valores.
En un sentido genérico, los valores son las propiedades,
cualidades o características de una acción, una persona o
un objeto consideradas típicamentepositivas o de gran
importancia. Los valores son objeto de estudio de la
Axiología.
Referido al ser humano, se suele hablar de valores
humanos, valores universales. Aplicados a un grupo de
personas, los valores que están influidos o determinados
por una determinada sociedad y una cultura se suelen
denominar valores sociales y valores culturales. Aquellos
que están considerados desde el punto de vista de la Ética y
de la Moral son los valores éticos y los valores morales.
En contextos más específicos, se utiliza este término para
referirse a otro tipo de valores, por ejemplo, valores
estéticos o valores económicos.
Algunos ejemplos de valores son la paz, la solidaridad, la
amistad, la sinceridad y el amor.
Valores éticos y morales
La Ética y Moral tratan, entre otros temas, el concepto de
los valores. Aunque en muchos casos se habla
indistintamente de valores éticos y morales, estos
términos no tienen el mismo significado.
Los valores éticos son pautas de comportamiento que
regulan la conducta, tienen un carácter universal y se van
adquiriendo durante el desarrollo individual de cada persona.
Los valores morales son aquellos que son
transmitidos por la sociedad, en algunos casos vienen
determinados por una doctrina religiosa y pueden cambiar a
lo largo del tiempo.
Cuando se habla en este contexto de escala de valores se
habla de un sistema de valores jerarquizado en el que se
priorizan unos valores por encima de otros cuando existe un
conflicto. Los valores que se consideran más importantes
habitualmente son más amplios (por ejemplo, el valor del
amor contiene el valor de la amistad), son fuente de
motivación y condicionan la toma de decisiones y las
acciones del ser humano.
Valores económicos
El concepto de valor económico hace referencia
al valor de un bien o un servicio según las pautas que
marca la Economía. El valor económico totalviene definido
por cuatro marcadores: el valor de uso directo, el valor de
uso indirecto, el valor de opción y el valor de
existencia o intrínseco.
Este concepto también puede hacer referencia al precio de
que ese producto tiene en el mercado, en este caso, valor
de cambio.
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