miércoles, 6 de abril de 2016

APRENDAMOS SOBRE LA DIABETES JUVENIL

¿Qué es la diabetes?


\


Como madre de una niña diabetica puedo decirles que lo 
mas dificil de esto es admitir que tenemos una situacion 
familiar y que lo que mas nos ayudara es educarnos en 
cuanto a esto, al principio no sera facil, pero despues las 
cosas marcharan mejor. Mientras mas aprendamos, mejor 
nos manejamos.

Aqui Les dejo con todo esta informacion que encontre y que 
nunca esta demas...

La diabetes es una enfermedad que afecta el modo en que 
el organismo utiliza la glucosa, un azúcar que constituye la 
principal fuente de combustible para el cuerpo. Así como un 
reproductor de CD necesita baterías, nuestro cuerpo 
necesita glucosa para seguir funcionando. Ésta es la 
manera en que debería funcionar:

-Comemos.
-La glucosa contenida en los alimentos ingresa en el 
torrente sanguíneo.

-El páncreas produce una hormona llamada insulina.

-La insulina ayuda a que la glucosa ingrese en las
 células del cuerpo.
-El cuerpo obtiene la energía que necesita.

El páncreas es una glándula larga y plana, ubicada en el 
abdomen, que ayuda a que el cuerpo digiera los alimentos. 
También produce insulina. La insulina es como una 
llave que abre las puertas hacia las células del cuerpo. Y 
permite que ingrese la glucosa. Entonces, la glucosa puede 
pasar de la sangre a las células.

Sin embargo, cuando alguien padece diabetes, o bien el 
organismo no produce insulina, o la insulina no funciona 
como debería. Como la glucosa no puede ingresar en las 
células normalmente, los niveles de azúcar en sangre 
aumentan demasiado. Cuando una persona tiene una 
elevada concentración de azúcar en sangre y no sigue un 
tratamiento, se enferma.


Diabetes tipo 1



Existen dos tipos principales de diabetes: tipo 1 y tipo 2.
En la diabetes tipo 1 (que solía denominarse diabetes 
insulino-dependiente o diabetes juvenil), el páncreas no 
produce insulina. Sin embargo, el cuerpo puede seguir 
obteniendo la glucosa contenida en los alimentos. Pero la 
glucosa no puede ingresar en las células, que la necesitan.

La glucosa permanece en la sangre. Esto hace que los 
niveles de azúcar en sangre aumenten demasiado y genera 
problemas de salud. Para solucionar este problema, alguien 
que padece diabetes tipo 1 debe inyectarse insulina o usar 
una bomba de insulina regularmente.

La diabetes tipo 2 es distinta de la diabetes tipo 1. En la 
diabetes tipo 2, el páncreas produce insulina. Sin embargo, 
la insulina no funciona en el cuerpo como debería y los 
niveles de azúcar en sangre aumentan demasiado.

Nadie sabe con certeza cuál es el origen de la diabetes 
tipo 1, pero los científicos creen que esta enfermedad 
guarda cierta relación con lo genético. Los genes, que se 
transmiten de padres a hijos, son algo así como 
instrucciones que determinan el aspecto físico y el 
funcionamiento del cuerpo. 

Sin embargo, para padecer diabetes, no es suficiente haber 
heredado los genes. Para que una persona tenga diabetes 
tipo 1, tiene que existir otro factor, como la presencia de una 
infección viral.

La diabetes tipo 1 no puede prevenirse. Incluso, los médicos 
no pueden determinar quién padecerá esta enfermedad y 
quién no.



¿Cómo se da cuenta una persona de que padece 

diabetes tipo 1?



Cuando una persona padece diabetes, suelen aparecer 
estos síntomas:

-Orina mucho porque el cuerpo intenta eliminar el exceso
 de azúcar en sangre a través de la orina.

-Bebe mucho líquido para compensar todo lo que ha 
eliminado al orinar.
-Come mucho porque el cuerpo está ávido de la energía
 que no puede obtener del azúcar.
-Pierde peso, ya que el cuerpo comienza a recurrir a las
 grasas y los músculos como fuente de combustible al no 
poder utilizar el azúcar normalmente.

-Suele sentirse cansada porque el cuerpo no puede 
recurrir al azúcar como fuente de energía.

Estos síntomas desaparecen cuando uno comienza un 
tratamiento para la diabetes. Mediante análisis de sangre, 
un médico puede determinar si un niño padece diabetes. Si 
tu médico cree que podrías tener diabetes tipo 1, es posible 
que te derive a un especialista en endocrinología 
pediátrica. Un especialista en endocrinología pediátrica 
atiende a niños con problemas de diabetes, de crecimiento 
otros.


Cómo convivir con la diabetes tipo 1



A diferencia de los niños que no son diabéticos, los niños 

que padecen diabetes tipo 1 tienen que prestarles un poco 

más de atención a su alimentación y a las actividades que 

realizan. Deben ocuparse de lo siguiente:

-Controlar sus niveles de azúcar en sangre con frecuencia

-Inyectarse insulina, pedirle a alguien que los ayude a 

inyectársela o usar una bomba de insulina

-Seguir un plan de alimentación saludable para que los 

niveles de azúcar en sangre se mantengan bajo control 

ellos puedan crecer normalmente

-Hacer ejercicio regularmente

-Realizarse controles periódicos con su médico y con otros 

miembros del equipo de profesionales que está tratando su 

diabetes, para poder mantenerse sanos y disponer del 

tratamiento adecuado ante cualquier problema

Los niños que padecen diabetes tendrán que ocuparse de 

algunas cosas ocasionalmente, como comer algo durante un

 viaje largo. O quizá deberán levantarse más temprano que 

sus amigos cuando se queden a dormir en la casa de alguno

 de ellos, para inyectarse la insulina y tomar algo de 

desayuno, de modo de mantener los niveles de azúcar en 

sangre bajo control.


Aunque esto pueda parecer un trabajo demasiado pesado, 

es bueno saber que existen nuevos productos y equipos que

 les facilitan a los niños la tarea de ocuparse de su diabetes. 

Los científicos están trabajando para descubrir nuevas 

formas de medir los niveles de azúcar en sangre y recibir 

insulina. También están tratando de descubrir cómo

 incorporar la insulina en el cuerpo sin necesidad de 

inyecciones. Y existe la esperanza de que algún día se 

descubra la cura para esta enfermedad.


Aunque los niños que padecen diabetes deben ocuparse de 

algunas cosas especiales, esta enfermedad no les impide 

disfrutar de lo que aman hacer. Pueden practicar deportes, 

salir con sus amigos y viajar. Si un amigo tuyo padece 

diabetes, dile que puedes apoyarlo. La amistad consiste en 

divertirse juntos y no en tener un páncreas perfecto.



El rol de la familia en la diabete


El papel de la familia en diabetes es fundamental para el 

buen control de la enfermedad y su superación desde el 

punto de vista psicológico. De hecho el mejor 

acompañamiento para el niño con diabetes es el que se 

hace desde una actitud de cariño mezclada con 

seguridad, ese debe ser el papel de la familia en diabetes.


Una conclusión a la que han llegado la Fundación para la 

Diabetes y el Instituto Universitario de la Familia, de 


instituciones han colaborado mano a mano en un trabajo de 

investigación ha dado respuesta a la siguiente pregunta, 

¿qué hace que algunos pacientes se adapten a su 

diagnóstico y a su tratamiento con éxito, siendo capaces de 

dar respuesta a su nueva situación, encontrar sentido en 

ella y mirar hacia adelante, mientras que otros pacientes 

parecen verse atrapados por el malestar meses y años 

después del diagnóstico?


El diagnóstico de la diabetes supone una gran conmoción y 

crisis tanto para el niño como para sus padres y familiares. 

Desde el punto de vista psicosocial, la diabetes surge en el 

seno de la familia y no en una persona aislada. La diabetes 

irrumpe en la vida de la familia y ésta se ve obligada a 

reorganizarse para adaptarse a esta nueva situación.


Haciendo uso de una muestra de 279 familias de niños o 

adolescentes diagnosticados de diabetes, se ha tratado de 

arrojar luz sobre los procesos que marcan la diferencia entre 

los pacientes que pueden superar su experiencia con la 

diabetes y aquellos que la viven como un trauma psicológico 

difícil de sobrellevar.


El modelo teórico se basa en la enorme importancia que el 

papel de la familia en diabetes sobretodo en los niños. 

Según dicho modelo, los cuidadores del niño con diabetes 

(normalmente sus padres) no son testigos indiferentes de la 

enfermedad de su hijo, sino que responden al diagnóstico 

de su hijo con emociones concretas, dando un sentido 

específico a la enfermedad y que, ellos también, pueden 

verse traumatizados por toda esta experiencia. Los padres, 

en general, no están avisados de que uno de sus hijos 

puede desarrollar una enfermedad importante, y cuando 

esto llega, hay toda una serie de respuestas afectivas y de 

patrones de comunicación que pueden ponerse en juego en 

los padres y afectar al niño.




Tenemos que tener en cuenta que, con frecuencia, el niño 

pequeño desconoce las enfermedades, los hospitales, la 

utilidad de los tratamientos, el pronóstico o el curso de sus 

dolencias, etc. Esto implica que el niño construye el 

significado de la diabetes a través de lo que los padres 

piensan, sienten, muestran y de cómo actúan frente a ella. 


Los cuidadores transmiten un significado de peligro, 

seguridad, esperanza, indefensión, etc., muchas veces sin 

darse cuenta. El estudio pretende probar este modelo 

interpersonal de la adaptación a la diabetes, mediante la 

aplicación de encuestas a las familias participantes. A través 

de Fundación y Universidad han explorado los formatos más 

habituales de respuesta de los padres, cómo se sentían 

estos frente a la diabetes y cómo se sienten ahora que han 

pasado meses o años desde el diagnóstico.


Concretamente, los resultados demuestran, según el 

responsable de la investigación Carlos Pitillas Salvá, del 

Instituto Universitario de la Familia, que algunos aspectos 

del papel de las familias en diabetes pueden afectar 

negativamente al ajuste a largo plazo del niño o el 

adolescente. Estos aspectos son:


• Algunas respuestas o actitudes negativas de los 

cuidadores (tales como lasobreprotección, la tristeza 

manifiesta, la irritabilidad, etc.).


• Algunos sentimientos o ideas negativas de los cuidadores 

(tales como la tristeza no resuelta, la rabia persistente frente 

al diagnóstico, los sentimientos de culpa, etc.).

• Los síntomas postraumáticos que algunos padres 

desarrollan al hilo de la enfermedad del hijo (por ejemplo, 

los recuerdos intrusivos de la enfermedad, la dificultad para 

hablar sobre la enfermedad sin emocionarse, etc.).


Los resultados de este estudio (publicado en 

www.fundaciondiabetes.org) no sólo confirman el modelo 

teórico recién comentado, sino también un conocimiento 

intuitivo que tienen la mayoría de padres y de profesionales 

que acompañan al niño o adolescente con diabetes.


Muchos padres y profesionales son conscientes de que las 

emociones (tanto las positivas como las negativas) se 

contagian, y de que el miedo del niño, su esperanza, su 

autonomía en la enfermedad, etc. es algo que se construye 

siempre en el diálogo entre él y los que le cuidan (de entre 

los cuales, siempre son especialmente importantes los 

padres). Es decir que el papel de la familia en diabetes es 

mucho más importante de lo que en un primer momento 

podamos pensar.



La diabetes Infantil

La diabetes infantil (Diabetes Mellitus Tipo 1) supone entre 

el 10 y el 15% del total de casos de diabetes y es la 

segunda enfermedad crónica más frecuente en la infancia. 

En el caso concreto de España, unos 30.000 niños menores 

de 15 años tienen diabetes y cada año se producen unos 

1.100 casos nuevos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario