¿Qué es la diabetes?
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Como madre de una niña diabetica puedo decirles que lo
mas dificil de esto es admitir que tenemos una situacion
familiar y que lo que mas nos ayudara es educarnos en
cuanto a esto, al principio no sera facil, pero despues las
cosas marcharan mejor. Mientras mas aprendamos, mejor
nos manejamos.
Aqui Les dejo con todo esta informacion que encontre y que
nunca esta demas...
La diabetes es una enfermedad que afecta el modo en que
el organismo utiliza la glucosa, un azúcar que constituye la
principal fuente de combustible para el cuerpo. Así como un
reproductor de CD necesita baterías, nuestro cuerpo
necesita glucosa para seguir funcionando. Ésta es la
manera en que debería funcionar:
-Comemos.
-La glucosa contenida en los alimentos ingresa en el
torrente sanguíneo.
-El páncreas produce una hormona llamada insulina.
-La insulina ayuda a que la glucosa ingrese en las
células del cuerpo.
-El cuerpo obtiene la energía que necesita.
El páncreas es una glándula larga y plana, ubicada en el
abdomen, que ayuda a que el cuerpo digiera los alimentos.
También produce insulina. La insulina es como una
llave que abre las puertas hacia las células del cuerpo. Y
permite que ingrese la glucosa. Entonces, la glucosa puede
pasar de la sangre a las células.
Sin embargo, cuando alguien padece diabetes, o bien el
organismo no produce insulina, o la insulina no funciona
como debería. Como la glucosa no puede ingresar en las
células normalmente, los niveles de azúcar en sangre
aumentan demasiado. Cuando una persona tiene una
elevada concentración de azúcar en sangre y no sigue un
tratamiento, se enferma.
Diabetes tipo 1
Existen dos tipos principales de diabetes: tipo 1 y tipo 2.
En la diabetes tipo 1 (que solía denominarse diabetes
insulino-dependiente o diabetes juvenil), el páncreas no
produce insulina. Sin embargo, el cuerpo puede seguir
obteniendo la glucosa contenida en los alimentos. Pero la
glucosa no puede ingresar en las células, que la necesitan.
La glucosa permanece en la sangre. Esto hace que los
niveles de azúcar en sangre aumenten demasiado y genera
problemas de salud. Para solucionar este problema, alguien
que padece diabetes tipo 1 debe inyectarse insulina o usar
una bomba de insulina regularmente.
La diabetes tipo 2 es distinta de la diabetes tipo 1. En la
diabetes tipo 2, el páncreas produce insulina. Sin embargo,
la insulina no funciona en el cuerpo como debería y los
niveles de azúcar en sangre aumentan demasiado.
Nadie sabe con certeza cuál es el origen de la diabetes
tipo 1, pero los científicos creen que esta enfermedad
guarda cierta relación con lo genético. Los genes, que se
transmiten de padres a hijos, son algo así como
instrucciones que determinan el aspecto físico y el
funcionamiento del cuerpo.
Sin embargo, para padecer diabetes, no es suficiente haber
heredado los genes. Para que una persona tenga diabetes
tipo 1, tiene que existir otro factor, como la presencia de una
infección viral.
La diabetes tipo 1 no puede prevenirse. Incluso, los médicos
no pueden determinar quién padecerá esta enfermedad y
quién no.
¿Cómo se da cuenta una persona de que padece
diabetes tipo 1?
Cuando una persona padece diabetes, suelen aparecer
estos síntomas:
-Orina mucho porque el cuerpo intenta eliminar el exceso
de azúcar en sangre a través de la orina.
-Bebe mucho líquido para compensar todo lo que ha
eliminado al orinar.
-Come mucho porque el cuerpo está ávido de la energía
que no puede obtener del azúcar.
-Pierde peso, ya que el cuerpo comienza a recurrir a las
grasas y los músculos como fuente de combustible al no
poder utilizar el azúcar normalmente.
-Suele sentirse cansada porque el cuerpo no puede
recurrir al azúcar como fuente de energía.
Estos síntomas desaparecen cuando uno comienza un
tratamiento para la diabetes. Mediante análisis de sangre,
un médico puede determinar si un niño padece diabetes. Si
tu médico cree que podrías tener diabetes tipo 1, es posible
que te derive a un especialista en endocrinología
pediátrica. Un especialista en endocrinología pediátrica
atiende a niños con problemas de diabetes, de crecimiento
y otros.
Cómo convivir con la diabetes tipo 1
A diferencia de los niños que no son diabéticos, los niños
que padecen diabetes tipo 1 tienen que prestarles un poco
más de atención a su alimentación y a las actividades que
realizan. Deben ocuparse de lo siguiente:
-Controlar sus niveles de azúcar en sangre con frecuencia
-Inyectarse insulina, pedirle a alguien que los ayude a
inyectársela o usar una bomba de insulina
-Seguir un plan de alimentación saludable para que los
niveles de azúcar en sangre se mantengan bajo control
y ellos puedan crecer normalmente
-Realizarse controles periódicos con su médico y con otros
miembros del equipo de profesionales que está tratando su
diabetes, para poder mantenerse sanos y disponer del
tratamiento adecuado ante cualquier problema
Los niños que padecen diabetes tendrán que ocuparse de
algunas cosas ocasionalmente, como comer algo durante un
viaje largo. O quizá deberán levantarse más temprano que
sus amigos cuando se queden a dormir en la casa de alguno
de ellos, para inyectarse la insulina y tomar algo de
desayuno, de modo de mantener los niveles de azúcar en
sangre bajo control.
Aunque esto pueda parecer un trabajo demasiado pesado,
es bueno saber que existen nuevos productos y equipos que
les facilitan a los niños la tarea de ocuparse de su diabetes.
Los científicos están trabajando para descubrir nuevas
formas de medir los niveles de azúcar en sangre y recibir
insulina. También están tratando de descubrir cómo
incorporar la insulina en el cuerpo sin necesidad de
inyecciones. Y existe la esperanza de que algún día se
descubra la cura para esta enfermedad.
Aunque los niños que padecen diabetes deben ocuparse de
algunas cosas especiales, esta enfermedad no les impide
disfrutar de lo que aman hacer. Pueden practicar deportes,
salir con sus amigos y viajar. Si un amigo tuyo padece
diabetes, dile que puedes apoyarlo. La amistad consiste en
divertirse juntos y no en tener un páncreas perfecto.
El rol de la familia en la diabete
El papel de la familia en diabetes es fundamental para el
buen control de la enfermedad y su superación desde el
punto de vista psicológico. De hecho el mejor
acompañamiento para el niño con diabetes es el que se
hace desde una actitud de cariño mezclada con
seguridad, ese debe ser el papel de la familia en diabetes.
Una conclusión a la que han llegado la Fundación para la
Diabetes y el Instituto Universitario de la Familia, de
instituciones han colaborado mano a mano en un trabajo de
investigación ha dado respuesta a la siguiente pregunta,
¿qué hace que algunos pacientes se adapten a su
diagnóstico y a su tratamiento con éxito, siendo capaces de
dar respuesta a su nueva situación, encontrar sentido en
ella y mirar hacia adelante, mientras que otros pacientes
parecen verse atrapados por el malestar meses y años
después del diagnóstico?
El diagnóstico de la diabetes supone una gran conmoción y
crisis tanto para el niño como para sus padres y familiares.
Desde el punto de vista psicosocial, la diabetes surge en el
seno de la familia y no en una persona aislada. La diabetes
irrumpe en la vida de la familia y ésta se ve obligada a
reorganizarse para adaptarse a esta nueva situación.
Haciendo uso de una muestra de 279 familias de niños o
adolescentes diagnosticados de diabetes, se ha tratado de
arrojar luz sobre los procesos que marcan la diferencia entre
los pacientes que pueden superar su experiencia con la
diabetes y aquellos que la viven como un trauma psicológico
difícil de sobrellevar.
El modelo teórico se basa en la enorme importancia que el
papel de la familia en diabetes sobretodo en los niños.
Según dicho modelo, los cuidadores del niño con diabetes
(normalmente sus padres) no son testigos indiferentes de la
enfermedad de su hijo, sino que responden al diagnóstico
de su hijo con emociones concretas, dando un sentido
específico a la enfermedad y que, ellos también, pueden
verse traumatizados por toda esta experiencia. Los padres,
en general, no están avisados de que uno de sus hijos
puede desarrollar una enfermedad importante, y cuando
esto llega, hay toda una serie de respuestas afectivas y de
patrones de comunicación que pueden ponerse en juego en
los padres y afectar al niño.
Tenemos que tener en cuenta que, con frecuencia, el niño
pequeño desconoce las enfermedades, los hospitales, la
utilidad de los tratamientos, el pronóstico o el curso de sus
dolencias, etc. Esto implica que el niño construye el
significado de la diabetes a través de lo que los padres
piensan, sienten, muestran y de cómo actúan frente a ella.
Los cuidadores transmiten un significado de peligro,
seguridad, esperanza, indefensión, etc., muchas veces sin
darse cuenta. El estudio pretende probar este modelo
interpersonal de la adaptación a la diabetes, mediante la
aplicación de encuestas a las familias participantes. A través
de Fundación y Universidad han explorado los formatos más
habituales de respuesta de los padres, cómo se sentían
estos frente a la diabetes y cómo se sienten ahora que han
pasado meses o años desde el diagnóstico.
Concretamente, los resultados demuestran, según el
responsable de la investigación Carlos Pitillas Salvá, del
Instituto Universitario de la Familia, que algunos aspectos
del papel de las familias en diabetes pueden afectar
negativamente al ajuste a largo plazo del niño o el
adolescente. Estos aspectos son:
• Algunas respuestas o actitudes negativas de los
cuidadores (tales como lasobreprotección, la tristeza
manifiesta, la irritabilidad, etc.).
• Algunos sentimientos o ideas negativas de los cuidadores
(tales como la tristeza no resuelta, la rabia persistente frente
al diagnóstico, los sentimientos de culpa, etc.).
• Los síntomas postraumáticos que algunos padres
desarrollan al hilo de la enfermedad del hijo (por ejemplo,
los recuerdos intrusivos de la enfermedad, la dificultad para
hablar sobre la enfermedad sin emocionarse, etc.).
Los resultados de este estudio (publicado en
www.fundaciondiabetes.org) no sólo confirman el modelo
teórico recién comentado, sino también un conocimiento
intuitivo que tienen la mayoría de padres y de profesionales
que acompañan al niño o adolescente con diabetes.
Muchos padres y profesionales son conscientes de que las
emociones (tanto las positivas como las negativas) se
contagian, y de que el miedo del niño, su esperanza, su
autonomía en la enfermedad, etc. es algo que se construye
siempre en el diálogo entre él y los que le cuidan (de entre
los cuales, siempre son especialmente importantes los
padres). Es decir que el papel de la familia en diabetes es
mucho más importante de lo que en un primer momento
podamos pensar.
La diabetes Infantil
La diabetes infantil (Diabetes Mellitus Tipo 1) supone entre
el 10 y el 15% del total de casos de diabetes y es la
segunda enfermedad crónica más frecuente en la infancia.
En el caso concreto de España, unos 30.000 niños menores
de 15 años tienen diabetes y cada año se producen unos
1.100 casos nuevos.
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