50 años de investigación científica demuestran por qué nunca deberías dar un castigo físico a un niño
Es realmente triste y lamentable que tengamos que hablar de esto
en 2016, pero aún con investigaciones que comprueban
científicamente que el castigo físico no solo nos es efectivo, sino
que es realmente dañino, millones de niños continúan
recibiéndolo en todo el mundo, aunque quizá ahora muchos padres
(aunque solo lo sean biológicamente) comprendan que su método
es estúpido y sinsentido.
Expertos de la Universidad de Texas y Michigan, Estados
Unidos, analizaron los datos de estudios realizados en los
últimos cincuenta años y pudieron concluir que el castigo físico,
por más que sean un par de nalgadas, no solo es inefectivo sino
que provoca daños a largo plazo.
Según los científicos, pegarle a los niños los daña para siempre.
Las formas de educar a los niños en el mundo cambiaron mucho
desde la década de los sesenta, pero aún hay progenitores
que creen que el castigo físico es efectivopara controlar a los
pequeños.
Investigadores de dos universidades estadounidenses
tomaron decenas de estudios realizados en los últimos cincuenta
años y en los que participaron más de 160 mil niños. A través de
un método moderno de análisis revisaron los datos y llegaron a
conclusiones muy interesantes sobre el castigo infantil físico.
La principal conclusión de los expertos es que los niños que
revés, ya que tienden a desafiar más a sus padres, ser agresivos e
incluso tener problemas cognitivos, entre muchas otras
consecuencias.
Los investigadores se basaron en estudios que incluían a chicos
que recibían castigos físicos leves, como es el caso de las
nalgadas, lo que incluso es legal y no considerado como abuso en
varios países, pero que deja sus huellas en la vida del pequeño
para siempre.
Todos los estudios analizados, sin importar cuál era la actitud
preponderante en la época, concluyeron que las nalgadas no
tenían ningún efecto positivo y que, por el contrario, los padres
lograban lo opuesto a lo que buscaban en cuanto al cambio
de actitud en sus hijos.
Pueden ser casi indoloras y no dejar marcas físicas, pero
las nalgadas si son consideradas por los niños como una
agresión y su mente las reconoce como tal, pese a ello, el 80 % de
los padres a nivel mundial utiliza castigos físicos en sus hijos
según un estudio realizado la unicef en 2014.
Los niños que son castigados con nalgadas, un castigo físico
menor en cuanto a consecuencias sobre el cuerpo, sufren daños
inmediatos además de a mediano y largo plazo. Asimismo
tienden a repetir el comportamiento una vez que se convierten en
padres.
El recibir nalgadas está relacionado con un
comportamiento antisocial, agresivo y desafiante por parte de los
chicos, además de aumentar las probabilidades de problemas
cognitivos, depresión y otras condiciones mentales durante la
adolescencia y adultez.
Elizabeth Gershoff y Andrew Grogan-Kaylor, los dos principales
autores del artículo publicado en la Journal of Family
sean las nalgadas, los pequeños que las recibían presentaban
comportamientos y problemas similares a los de pequeños
seriamente abusados.
Los autores esperan que su investigación ayude no solo a crear
conciencia sobre lo poco efectivo y dañino del castigo
corporal en niños a ojos de sus padres, sino que también a que
las autoridades tilden como ilegal cualquier tipo de
corrección que incluya el uso de fuerza y quién sabe en cincuenta
años más ese 80 % de padres que agrede a sus hijos disminuya y
mucho.
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