miércoles, 26 de abril de 2017

CUAL ES LA VACA QUE TE DETIENE??






¿Cuál es tu vaquita? 




Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque

 con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio

 de apariencia pobre, y decidió hacer una breve

 visita al lugar.

  
Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre

 la importancia de las visitas, también de conocer

 personas y las oportunidades de aprendizaje que

tenemos de estas experiencias.



Llegando al lugar, constató la pobreza del sitio;

 los habitantes, una pareja y tres hijos; la casa de

 madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas,

 sin calzado.

Entonces se aproximó al señor, aparentemente 

el padre de familia y le preguntó: "En este lugar 

no existen posibilidades de trabajo ni puntos de 

comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su

 familia para sobrevivir aquí?"


El señor calmadamente respondió: "Amigo mío, 

nosotros tenemos una vaquita que nos da varios

 litros de leche todos los días. Una parte del 

producto la vendemos o lo cambiamos por otros 

géneros alimenticios en la ciudad vecina y con

 la otra parte producimos queso, cuajada, etc., 

para nuestro consumo y así es como vamos

 sobreviviendo."







El sabio agradeció la información, contempló 

el lugar por un momento, luego se despidió 

y se fue. En el medio del camino, volteó hacia

 su fiel discípulo y le ordenó: "Busque la vaquita, 

llévela al precipicio de allí en frente y empújela

 al barranco."


El joven espantado miró al maestro y le cuestionó

 sobre el hecho de que la vaquita era el medio 

de subsistencia de aquella familia. Mas como

 percibió el silencio absoluto del maestro, fue a

 cumplir la orden.  Así que empujo la vaquita por 

el precipicio y la vio morir. Aquella escena 

quedó grabada en la memoria de aquel 

joven durante algunos años.






Un buen día, el joven resolvió abandonar todo 

lo que había aprendido y regresar a aquel lugar

 y contarle todo a la familia, pedir perdón y 

ayudarlos. Así lo hizo; y a medida que se 

aproximaba al lugar veía todo muy bonito, 

con arboles floridos, todo habitado, con carro 

en el garaje de una tremenda casa y algunos 

niños jugando en el jardín.


El joven se sintió triste y desesperado imaginando

 que aquella humilde familia tuviese que vender

 el terreno para sobrevivir.  Aceleró el paso y

 llegando allí, fue recibido por un señor muy 

simpático, el joven preguntó por la familia 

que vivía allí hace unos cuatro años, y el 

señor respondió que seguían 

viviendo allí.








Espantado el joven entró corriendo a la casa 

y confirmó que era la misma familia que visitó 

hace algunos años con el maestro.  Elogió el lugar

 y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):

 "¿Cómo hizo para mejorar este lugar y 

cambiar de vida?"


El señor entusiasmado le respondió: "Nosotros

 teníamos una vaquita que cayó por el precipicio

 y murió, de ahí en adelante nos vimos en la 

necesidad de hacer otras cosas y desarrollar 

otras habilidades que no sabíamos que teníamos, 

y así alcanzamos el éxito que sus ojos 

vislumbran ahora."


Todos nosotros tenemos una vaquita que nos

 proporciona alguna cosa básica para nuestra 

sobrevivencia, la cual es una convivencia con 

la rutina.  Nos hace dependientes, y casi que

 nuestro mundo se reduce a lo que la vaquita

 nos produce.






No pretendamos seguir haciendo lo mismo

 y esperar resultados diferentes. Vivimos dentro

 de una zona de comodidad donde nos movemos, 

y creemos que eso es lo único que existe. Todo

 lo conocido, cotidiano y fácil...








Tenemos sueños, queremos resultados, 

buscamos oportunidades, pero no siempre 

estamos dispuestos a cambiar.  No siempre 

estamos dispuestos a transitar caminos difíciles. 


 Descubre hoy cuál es tu vaquita y aprovecha 

para empujarla por el precipicio.  Cambia tu vida.


  Solo de ti depende!!!




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