martes, 16 de agosto de 2016

EXTRAORDINARIA REFLEXION, CUIDEMOS LAS VENTANAS DE NUESTRO MUNDO!!



La Teoría de Los Vidrios Rotos 





En el año 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. 

Philip Zimbardo realizó un singular experimento de psicología 

social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, 

la misma marca, modelo y hasta color. Uno de estos vehículos lo 

dejó en el Bronx, para ese entonces una zona pobre y conflictiva 

de Nueva York y el otro vehículo en Palo Alto, una zona rica y 

tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos 

barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de 

especialistas en psicología social estudiando las conductas de la 

gente en cada sitio. 





Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó

 a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el 

motor, los espejos, el radio, etcétera. Todo lo aprovechable se lo 

llevaron, y lo que no pudieron llevarse lo destruyeron. En cambio 

el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto. Es común 

atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que 

coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (tanto de 

derecha como de izquierda). Sin embargo, el experimento en 

cuestión no finalizó ahí, cuando el vehículo abandonado en el 

Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana 

impecable, los investigadores decidieron romper un vidrio del 

automóvil de Palo Alto, California. 






El resultado fue que se desató el mismo proceso

 que en el Bronx de Nueva York y el robo, la violencia

 y el vandalismo redujeron el vehículo a la misma condición

 de deterioro y destrucción que el del barrio pobre. ¿Por 

qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario 

supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso 

delictivo? Entonces, no se trata de pobreza. Evidentemente es algo 

que tiene que ver con la psicología, el comportamiento humano y 

con las relaciones sociales. 





Un vidrio roto en un auto abandonado transmite 

 una idea de deterioro, desinterés, despreocupación que 

va destruyendo los códigos de convivencia, tales como la ausencia 

de ley, de normas, de reglas, dejando la sensación de que todo vale 

nada. Cada nuevo ataque que sufrió el auto reafirmó y multiplicó 

esa idea, hasta que la escalada de actos, cada vez peores, se vuelve 

incontenible, desembocando en una violencia irracional. 



En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) 

desarrollaron la ‘teoría de las ventanas rotas’, la misma teoría que 

desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es 

mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el 

maltrato son mayores. Si se rompe un vidrio de una ventana de una 

casa y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. 






Si una comunidad exhibe signos de deterioro, y esto es algo que 

parece no importarle a nadie, entonces allí se crean las condiciones 

para que surja y prospere el delito. Si se cometen “esas pequeñas 

faltas” como estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de 

velocidad o pasarse una luz roja, y estas pequeñas faltas no son 

sancionadas, entonces comenzarán a desarrollarse faltas mayores y 

luego delitos cada vez más graves. Si los parques y otros espacios 

públicos son deteriorados progresivamente y nadie toma acciones 


al respecto, estos lugares serán abandonados por la mayoría de la 


gente (que deja de salir de sus casas por temor a la delincuencia). 



Esos mismos espacios abandonados por la gente serán 

progresivamente ocupados por los delincuentes. La respuesta de 

los estudiosos fue más contundente aún, concluyendo que; ante el 

descuido y el desorden crecen muchos males sociales y se 

degenera el entorno, el ambiente. Tan solo vea un ejemplo en casa, 

si un padre de familia permite que su casa tenga algunos 

desperfectos, como falta de pintura, las paredes en mal estado, 

malos hábitos de limpieza; que la familia tenga malos hábitos 

alimenticios, pronuncien malas palabras, se faltan el respeto entre 

los miembros del núcleo familiar, etcétera, entonces poco a poco 

esa familia caerá en un descuido de las relaciones interpersonales 

entre los familiares y comenzarán a crear malas relaciones con la 

sociedad en general y quizá algún día llegarán a tener problemas 

muchos más graves. 






Esa puede ser una hipótesis de la descomposición de la sociedad, 

la falta de apego a los valores universales, la falta de respeto de 

los miembros de la sociedad entre ellos mismos, y hacia las 

autoridades (extorsión y soborno) y viceversa, la corrupción en 

todos los niveles, la falta de educación formación de cultura 

urbana, así como la errónea convicción de que nos faltan o no 

tenemos oportunidades, lo que ha generado un país con ventanas 

rotas, con muchas ventanas rotas y nadie parece estar dispuesto a 

repararlas. 



La solución a este problema ESTA EN COMENZAR A 

REPARAR LAS VENTANAS DE NUESTRA CASAtratemos 

de mejorar los hábitos alimenticios de nuestra familia, hagamos un 

pedido a todos los miembros de la familia que eviten a toda costa 

decir malas palabras delante de nuestros hijos, también  acordemos 

no mentir, ni siquiera mentiras pequeñas, porque no hay mentiras 

pequeñas, ni grandes, una mentira es una mentira y punto.  

acordemos aceptar las consecuencias de nuestros actos con valor y 

responsabilidad, pero sobre todo dar una buena dosis de educación 

a nuestros hijos, con esto y con la ayuda de Dios  comenzaremos a 

cambiar en algo lo que antes hemos hecho mal. 





Soñemos  que a todos nuestros  seres queridos 

les haya quedado claro este mensaje, para que tengan conciencia y 

lo repitan el día de mañana, con la finalidad de que los hijos de mis 

hijos, o los nietos de mis hijos vean algún día, un nuevo Mundo, 

Un Mundo Sin Ventanas Rotas....!!!




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