Recuerda, somos humanas!!
Como madre he tenido que vivir muchas de las crisis que nos
afectan como mujer y creame que despues de haber pasado
el tiempo y hacer un analisis te invade la impotencia de
querer revertir los errores que cometiste en aquellos años y
sentimientos de culpa te envuelven y vives por largo tiempo
tratando encontrar la forma de remediar las huellas
irreversible que has dejado en los que mas amas, tus hijos y
que dificilmente puedes corregir. Te atormentas, te acusas y
vives en un calvario que no parece terminar. En este articulo
de la Dra Marisol Muñoz, Psicologa clinica con mas de 20
años de experiencia, encontraras ayuda y consejos
maravillosos que te haran entender el porque de tu
comportamiento y continuar con una vida menos
estresante y mas feliz para todos..
Es una reacción natural a las presiones físicas,
emocionales y ambientales. Además, toda la familia se
perjudica cuando el estrés de mamá está fuera de control,
especialmente los niños pequeños. Se ha demostrado que
hasta los fetos responden alterados cuando la madre siente
estrés. Y bajo la influencia del estrés, la mejor mamá puede
descuidar o maltratar a sus hijos.
manejar su propio estrés. Por lo tanto, reconozcamos las
señales y síntomas de nuestro estrés, y aprendamos a
aplicar soluciones sanas que nos permitan evitar sus
efectos dañinos y disfrutar el maravilloso malabarismo de la
maternidad.
Señales y síntomas en tu cuerpo
muscular suben.
Tu proceso digestivo y tu resistencia a las enfermedades
bajan.
Tu digestión cambia (acidez, estreñimiento, diarrea, etc.).
Tu patrones de sueño cambian (insomnio, pesadillas, etc.).
Tu nivel de energía fluctúa (agotamiento, agitación, etc.).
Tu menstruación se irregulariza.
Dolores, achaques, infecciones y enfermedades surgen o se
empeoran.
Señales y síntomas en tu cabeza
Sientes ansiedad, tensión, nerviosismo, preocupación
Señales y síntomas en tu conducta
Descuidas tu apariencia personal.
Una vez reconoces la presencia de indicadores físicos,
Aliméntate sanamente.
Ejercitate diariamente.
Haz algo para mejorar tu apariencia.
Trata de aumentar el optimismo y la flexibilidad en tu
Soluciones: relajación y recreación
Toma descansos durante el día.
Soluciones: perspectiva y punto de vista
Vive "un día a la vez", es decir, enfócate en el presente.
Soluciones: planificación y organización
Anticipa preparada las horas del día más ocupadas.
Soluciones: apoyo y ayuda
Rodéate de personas de influencia calmante.
Si cada día pones en práctica por lo menos una de estas
Señales y síntomas en tu cabeza
Sientes ansiedad, tensión, nerviosismo, preocupación
excesiva, temores, temblores e incapacidad de relajarte.
Sensaciones de depresión, desilusión, tristeza, apatía, culpa
excesiva e incapacidad de disfrutar.
Sentimientos de irritabilidad, ira súbita y enojo constante.
Señales y síntomas en tu conducta
Descuidas tu apariencia personal.
Descuidas tus obligaciones y responsabilidades.
Dificultades para concentrarte, recordar, tomar decisiones y
resolver problemas.
Dejas lo empezado sin terminar.
Te aíslas de familiares y amistades.
Discutes y peleas con tus seres queridos.
Dejas de practicar pasatiempos placenteros.
Comes de más, incluso cuando no tienes hambre.
Aumentas el consumo de cafeína, nicotina, alcohol, u otras
substancias.
Desarrollas hábitos nerviosos, tales como comerte las uñas
y crujir los dientes.
Tratas de escapar pasando horas ante la TV, el teléfono
celular y la computadora.
Una vez reconoces la presencia de indicadores físicos,
sicológicos o conductuales del estrés en tu sentir, pensar y
actuar, es hora de responder. Como resistencia, a
continuación te ofrecemos varias docenas de respuestas
relajantes, las cuales han servido a otras mamás a manejar
y reducir su estrés.
Soluciones: cuerpos sanos y mentes sanas
Aliméntate sanamente.
Ejercitate diariamente.
Evita el cigarro y el alcohol.
Haz algo para mejorar tu apariencia.
Trata de aumentar el optimismo y la flexibilidad en tu
personalidad.
Expresa tus emociones de maneras constructivas.
Escribe sobre lo que te estresa.
Pasa tiempo a solas frecuentemente.
Soluciones: relajación y recreación
Toma descansos durante el día.
Respira profundamente desde el vientre.
Aprende a tensar y relajar tus músculos.
Visualiza imágenes mentales positivas.
Medita o reza regularmente.
Regálate con ejercicios o masajes.
Toma baños calientes.
Baila, escucha y toca música.
Admira o crea arte.
Practica deportes y juegos de mesa.
Pasa tiempo con pasatiempos (jardinería, manualidades,
etc.).
Escoge sabiamente lo que lees en libros y en Internet.
Mira programas y películas relajantes o inspiradoras.
Soluciones: perspectiva y punto de vista
Vive "un día a la vez", es decir, enfócate en el presente.
Elige por qué vale la pena afanarte.
Acepta lo que no puedes cambiar.
Distingue entre lo que necesitas y lo que deseas.
Perdónate y tente paciencia.
Motívate y felicítate por tus logros.
Cuando falles, aprende para la próxima.
Remplaza mensajes negativos por positivos.
Busca lo gracioso o absurdo en las cosas.
Sonríe frecuentemente, incluso cuando te cueste hacerlo.
Cuenta tus bendiciones.
Prepárate para lo peor (por si acaso), pero espera lo mejor.
Soluciones: planificación y organización
Anticipa preparada las horas del día más ocupadas.
Haz lo desagradable antes de lo placentero.
Evita que las tareas crezcan o se acumulen.
Divide las tareas grandes en pedazos manejables.
Desarrolla eficiencia, adelantando y agrupando tareas.
Delega lo más posible.
Usa calendarios y libros de citas. Podrás encontrar varias
aplicaciones móviles que te ayudan a organizarte.
Permite tiempo de sobra para citas.
Lleva libro o tareas para periodos de espera.
Utiliza listas realistas.
Establece prioridades.
Di "No" a las responsabilidades opcionales.
Organiza tu hogar.
Reemplaza o arregla lo que no funciona.
Soluciones: apoyo y ayuda
Rodéate de personas de influencia calmante.
Desahógate con personas de confianza.
Crea una red de sostén entre familiares y amistades.
Alterna con otras familias cuidado infantil, transporte,
mandados, y cosas por el estilo.
Toma clases para padres de familia.
Procura recursos de agencias, escuelas e iglesias en tu
comunidad.
Consulta psicólogos y terapeutas profesionales cuando los
necesites.
Si cada día pones en práctica por lo menos una de estas
recomendaciones, te sentirás menos estresada y más
realizada. El estrés es parte de la vida de toda mamá, así
que reconócelo, redúcelo, ¡y relájate! !
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